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lunes, 18 de noviembre de 2013

Redescubriendo el castillo en la pecera después de las elecciones 2013

Muchas veces, hablando con amigos, he comparado la política chilena a un pez en una pecera que, dado que tiene una memoria de pocos segundos, en cada giro vuelve a descubrir un castillo dentro de la pecera, sorprendiéndose y  sacando las mismas conclusiones una y otra vez. Algo así me sucede con las recientes elecciones en Chile. A pesar de haber 9 candidatos y la elección de CORES, los resultados generales son los mismos que si no hubiese ocurrido nada nuevo: la Nueva Mayoría (ex-Concertación) ganó sin lograr la mitad más uno y la segunda vuelta se dará entre Bachelet y la candidata de la Alianza, con la ganadora obvia esperado por todos, pero que nuevamente nos provocará sorpresa y admiración.

Hay algo que decir sobre la mentalidad electoral chilena. Quien siguiera las noticias los útlimos años concluiría un desprestigio creciente de la política y una desconfianza mayor a los dos bloques en el poder. pero a la hora de votar la cosa se ve distinta: los dos más votados son precisamente los bloques en el poder y el respaldo a la concertación es el doble de la derecha. Si el ciudadano chileno votó por Piñera hace cuatro años fue para castigar a la concertación, ahora cansado con el gobierno de derecha vuelve a elegir a bachelet para que, esta vez si, cambie todo lo que cada uno crea que hay que cambiar.

Otra situación es la de las candidaturas alternativas. hay que reconocer que fue un logro poder tener 7 candidaturas críticas del sistema, lo que refleja un avance en el interés por capitalizar el descontento frente al rígido sistema político chileno. Pero a pesar de esto, las candidaturas no convencieron. Si bien los candidatos independientes logran captar simpatía, no logran traducir esto en una propuesta que convenza a los votantes. las diferencias de votos son tan grandes que bachelet ni siquiera tendrá que negociar para ganar, lo que anula en el escenario electoral a las 7 candidaturas presentadas.

Comentando los resultados por candidatura, podemos concluir lo siguiente:

PARISI.

Fue una candidatura extraña, mezcla de clase de economía y propuestas reformadoras que, casi siempre, partía del suspuesto que el sistema funciona bien, pero que los encargados de administrarlo no sabían hacerlo o no tenían la intención de cambiar las cosas. Parisi jugó al crítico, sin definirse de izquierda o de derecha, pero con propuestas absolutamente dentro del sistema y apuntando al electorado de la Alianza. Su último "saludo al escenario" fue de antología: llamó indirectamente a votar por Bachelet, felicitándolo como una "dama de la política", luego de haber criticado a ambos bloques durante toda la campaña. Su futuro politico es incierto, no es fácil reponerse de un fracaso electoral, aunque su porcentaje no deja de ser importante, aunque no lo suficiente para ser un alternativa real.

MEO

El gran crítico de la concertación hace cuatro años, que logró poner en jaque a los jefes de partidos del arcoiris, forzar negociaciones y exigir un cambio de timón, ayer obtuvo la mitad del porcentaje de hace cuatro años, lo que resulta ser un fracaso absoluto. La apuesta de construir en cuatro años un proyecto que lo hiciera pesar en la balanza electoral no resultó, y habrá que ver si su Partido Progresista logra progresar o por lo menos sobrevivir hasta la próxima elección.

MARCEL

La apuesta de Todos a la Moneda se presentó como una alternativa real al poder, no sólo para "posicionar temas" o lograr votos con los que negociar. Sin embargo, su porcentaje de cerca del 3% no alcanza para proyectar una candidatura a 4 años, o para formar un movimiento político con peso real. La única posibilidad es un giro hacia la participación (no sólo la asesoría) en los movimientos y organizaciones sociales, lo que obviamente también es volver a descubrir el castillo en la pecera.

ROXANA MIRANDA.

La apuesta del Partido Igualdad (ex andha chile) fue ambiciosa. la confianza en ella fue tal que intentaron que las otras candidaturas se sumaran a la de Igualdad porque era la que tenía posibilidades de provocar cambios reales en el escenario. Es cierto que Andha Chile - Igualdad lograron en un momento movilizar gente en torno a las demandas habitacionales y la inscripción del Partido, como también es cierto que no lograron solucionar esas demandas y la inscripción fue difícil y no del todo transparente, ya que la gente no fue informada que se estaba inscribiendo en un partido, sino sólo apoyándolo. El constante temor a politizar su trabajo, por el miedo a restar gente, y su exclusiva centralidad en la protesta y la demanda hacen que a la hora de enfrentar un proceso político no se cuente con los elementos para llevarlo al éxito. Igualdad no pasa de ser un partido instrumental, que hoy corre el peligro de desaparecer o luchar por su sobrevivencia como primer objetivo, transformando el instrumento en fin.

Las demás candidaturas no merecen mayor mención. No responden a procesos políticos de acumulación de fuerzas y lo más probable es que se diluyan en coordinadoras, organizaciones u otros grupos diversos.Hay dos datos que sí merecen mención: la campaña Marca tu Voto que consiguió un 8% de adhesión (más que muchas candidaturas) y que refleja el interés por generar una constitución democrática y el bajo interés por la elección de CORES, lo que refleja el desconocimiento de su función o la baja importancia que la población parece atribuirle a la misma.

en conclusion.

El panorama siguió tal como siempre, a pesar de las novedades de esta elección.
El demandismo no resulta como camino de acceso al poder, sino sólo como medio de agitación.
La gente sigue confiando en los dos bloques mayoritarios, aunque los critique.
El discurso antipartidos y antipolíticos no provoca resultados electorales ni suma gente a un proyecto.
Las elecciones son un evento en el proceso de construcción, pero no es donde se juega el avance real de un proceso de transformación política y social.

como ven, sólo hemos vuelto a descubrir el castillo en la pecera, hasta la próxima vuelta que demos o, hasta que tengamos memoria suficiente para recordar que el castillo está ahí y apliquemos las conclusiones que hemos sacado una y otra vez.

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