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miércoles, 10 de junio de 2015
Lidice, un nombre para no olvidar....
El 10 de Junio de 1942, el ejercito de ocupación Nazi en la antigua checoslovaquia arrasó un pueblo entero, matando a sus hombres y enviando a las mujeres y niños a los campos de concentración. Luego, derribaron las casas y llenaron de tierra el lugar donde había estado el pueblo, para borrar cualquier rastro de él de una vez y para siempre. Su nombre: Lidice.
La destrucción tuvo como objeto responder al asesinato del dirigente de las SS Reinhard Heydrich, quien ejercía como "protector" de Bohemia y Moravia, ocupadas desde 1939. En la mañana del 27 de mayo de 1942, fue atacado por dos guerrilleros de la resistencia checa, Jozef Gabčík y Jan Kubiš. Estos soldados, entrenados en el Reino Unido, mueriendo en el hospital de Praga el 4 de Junio,
En total, 340 habitantes del pueblo fueron asesinados (192 hombres, 60 mujeres y 88 niños). Lo mismo le sucedió a otro pequeño poblado llamado Ležáky dos semanas después: los hombres asesinados, las mujeres enviadas a los campos de concentración y los niños "arianizados" o enviados a las cámaras de gas. El resultado final de la represión por la muerte de Heydrich fue de 1.300 personas, entre partisanos, altos dirigentes checos y víctimas circunstanciales, como los habitantes de Lídice.
Varios checos de pueblos cercanos a Lídice fueron testigos de los hechos y en seguida se pusieron en contacto con los Aliados para comentar lo ocurrido. El diario Daily-Telegraph fue el primero en hacerse eco de la matanza y en seguida lo supo todo el Imperio Británico, noticia que se contagió a Estados Unidos, Iberoamérica y la Commonwealth. El principal titular rezaba: “Una cosa tan horrenda no había ocurrido desde la Edad Media”. La noticia provocó la solidaridad de todo el mundo, Muchas de las bombas lanzadas por los aliados sobre Berlín llevaban escrito el nombre de Lidice, y el grito de "Lídice vivirá" se tranformó en el grito de batalla de los soldados. El secretario de Marina estadounidense comentó: "las futuras generaciones nos preguntarán porqué hemos combatido en esta guerra, les contaremos la historia de Lidice"
Y es que el sacrificio de Lidice no fue en vano. Lidice dejó en claro que todo era realidad. Lidice fue la primera derrota del régimen nazi, en un campo en el que se creía imbatible, como en tantos otros: la batalla comunicacional y de propaganda.Hasta entonces, los horrores del régimen nazi eran desconocidos, ignorados o descreídos por muchos. Pocos creían que un país con tanta cultura pudiera cometer las atrocidades que se contaban, parecía más bien propaganda de guerra que realidad, siguiendo la conocida estrategia de demonizar al enemigo para conseguir el apoyo de la oponión pública y de las tropas.
A pesar de los esfuerzos del ejercito nazi, Lídice siguió viviendo. Pese a haber sido completamente destruido, el pueblo fue reconstruido en 1949. El pueblo se levanta en un área contigua a la original, donde existe un gran parque-monumento en memoria de las víctimas. La villa de Ležáky no fue reconstruida, y sólo existe un monumento.
Años después de la masacre algunos países tomaron el nombre Lídice para distintos desarrollos urbanos. Así la colonia de San Jerónimo Aculco en la delegación La Magdalena Contreras de la Ciudad de México se seccionó y se creó la colonia San Jerónimo Lídice en la que además se fundaron un colegio y un teatro. En 2002, a 60 años de la tragedia, se levantó el mural "Luz y Muerte" de Ariosto Otero en esa colonia.
Se creó, la Urbanización Obrera Municipal Lídice y hospital de Lídice en 1943 en Caracas, Venezuela, así como una calle en Carora otra ciudad de Venezuela, mientras que en Panamá se creó Lídice de Capira, al igual que varios pueblos en Brasil. También en Chile, en la ciudad de Santiago, una calle y un monumento recuerdan al pueblo que murió por oponerse a la tiranía y cuyo ejemplo y testimonio sigue viviendo.
Vaya este pequeño artículo como un homenaje al pueblo de Lidice, sus victimas y su testimonio, como una señal constante de la necesidad de recordar y comprender la historia para entender el presente y construir el futuro. Que el nombre de Lidice se repita cada 10 de Junio, que su historia sea contada para que no sea repetida y que su testimonio sea motivo de esperanza y compromiso con la memoria y con la lucha contra todo mal y toda injusticia...
Lidice vivirá, porque es un nombre que no debemos olvidar....
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